Cuando una persona sufre de pérdida de audición no es capaz de oír correctamente. Su umbral de audición es superior a 25 dB. (le es difícil escuchar ruidos a distancia, por ejemplo el tic tac del reloj).
En el mundo, más del 5% de la población padece de pérdida de audición, de los cuales unos 34 millones son niños. Si para el 2050 no se toman medidas, una de cada 10 personas sufrirá de pérdida de audición discapacitante.
La pérdida de audición o hipoacusia es un trastorno grabe, sobre todo si se da en un bebé o un niño, ya que a través del oído se desarrolla el habla, y además, a largo plazo puede afectar en gran medida a su proceso de aprendizaje porque conlleva a un retraso en la adquisición del lenguaje y en la comunicación.
En los niños, la otitis media es una de las causas más comunes de la pérdida de audición; sin embargo cualquier defecto que el niño tenga en la percepción auditiva, debe ser detectado y tratado a tiempo. Será fundamental para minimizar las consecuencias. Y en caso de que presente algún problema, hay que estar pendiente de su evolución para brindarle a tu bebé o tu niño el tratamiento correcto y así evitar la pérdida auditiva permanente.
¿Cómo saber si mi bebé oye bien?
Recién nacido: La respuesta que tu bebé debe mostrar sobre su capacidad auditiva. Se presentará cuando:
- Se sobresalta (mueve sus extremidades, cierra o abre ampliamente los ojos) ante una palmada o ruido repentino que oye.
- Aumenta su llanto ante sonidos intensos o fuertes.
Bebé de 2 a 6 meses: En esta etapa el bebé que cuenta con una buena audición:
- Reconoce la voz de los padres sonriendo o dejando de llorar.
- Sigue con la vista un objeto sonoro. Por ejemplo, puedes tocar una campanilla por detrás de él o a su costado. Tu debe de ser capaz de dirigirse con la mirada hacia ella.
- Dirige su cabeza hacia la persona que le habla.
Bebé de 7-12 meses: Un bebé a esta edad suele tener mucho más dinamismo, por lo que:
- Realiza gorgeos. Responde haciendo ruidos cuando le hablan.
- Gira la cabeza y el cuerpo rápidamente hacia la voz de sus padres.
- Imita sonidos o sílabas.
Niños entre 12 a 18 meses: Responde como antes, pero también son capaces de asociar. En esta etapa pueden emitir sonidos que repiten, por ello:
- Puede repetir una o dos sílabas (mamá o papá).
- Cumple ordenes sencillas (ven o dame).
- Escucha sonidos familiares y balbucea alto.
Si el lenguaje de tu niño a partir de los 18 meses en adelante, es mínimo (no construye frases cortas o no atiende lo que hablas). Consulta con el pediatra para que pueda remitirte a un especialista otorrinolaringólogo. Este profesional médico podrá realizarle un test de audición a tu niño.
Recuerda que mientras más pronto te des cuenta y trates cualquier problema de audición de tu pequeño, reduces mucho más el riesgo de tener hipoacusia.
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