Es preferible esperar a la caída del cordón umbilical para realizar el primer baño del bebé. Lo que normalmente ocurre en la segunda semana después de su nacimiento. Durante estos primeros días puedes limpiarle el cuerpo con una esponja húmeda y cuando se haya caído el cordón y el el ombligo ya no presente secreción, es cuando empezamos con los baños por inmersión. De esta forma minimizamos el riesgo de infección.
¿Con qué frecuencia bañar al bebé?
Los recién nacidos tienen una piel muy sensible por lo que un baño diario podría irritarla. Además, en los primeros meses en cuando se forma una capa que protege la piel contra gérmenes y bacterias. Esta capa es una protección natural que segrega la piel y será más efectiva si no la eliminamos con tanta frecuencia. Por ello, lo recomendable es bañar al bebé cada dos o tres días, y el resto lavar únicamente la zona del pañal con agua y jabón y pasarle los pañitos húmedos si es necesario.
En cualquier caso, y especialmente si eres de los papás que prefieren bañar a los bebes a diario, te aconsejamos que uses un jabón especial para bebés que no le irrite la piel y que uses poca cantidad.
¿Dónde debo bañar a mi bebé?
Trata de conseguir una bañera especial para bebés, evita usar las bañeras comunes, porque será mucho más incómodo y hasta podría ser peligroso. Lo ideal es apoyar la bañera del bebé en una superficie elevada y estable.
¿Cómo agarrar al bebé durante el baño?
Debes tratar de mantenerlo apoyado en tu brazo, de forma de que el bebé apoye su cabeza en tu antebrazo y el resto del cuerpo a lo largo de tu brazo. Usa la otra mano para aplicar el jabón y echarle agua en el cuerpo.
Antes del baño
- Ten a mano todo lo necesario para el baño: Esponja, jabón, el agua tibia, la toalla extendida (lista para secarlo), el pañal y la ropa que usará.
- Trata de que la temperatura ambiente esté entre 22 a 25 grados para que no pase frío.
- Llena la bañera entre 5 ó 7 centímetros de agua templada, no caliente. Puedes comprobar que no queme ni esté fría introduciendo la parte inferior de tu muñeca o tu codo.
Durante el baño
- Empieza por la cabeza y ve por partes, ten en cuenta que el bebé al estar enjabonado es muy resbaladizo, por lo que procura sujetarlo firmemente.
- Los ojos, la nariz y los oídos se tienen su propio proceso de limpieza. Puedes usar aparte una bolita de algodón mojada para limpiarle los ojitos y la cara.
- Evita frotar la parte de la herida del cordón umbilical.
- Evita aplicar productos directamente sobre el bebé, primero échalos en tu mano.
- Para lavarle la cabeza hazlo con muy poco shampoo y con mucho cuidado ya que los huesos del cráneo todavía no están bien cerrados.
- Enjuaga completamente al bebé ayudándote con una toallita limpia.
En este vídeo puedes ver cómo bañar al bebé paso a paso
https://youtu.be/FeqVSh_0uwg?t=27s
Después del baño
- Envuelve al bebé en una toalla y sécalo suavemente, sin frotar la piel. Pon atención a los pliegues de la piel para que no se queden húmedos.
- En general un bebé no necesita ni cremas ni aceites según la AAP (Asociación Americana de Pediatría). Si la piel del bebé está bien no hace falta poner nada. Sólamente si está un poco seca en algunas zonas, por ejemplo en la zona del pañal, puedes usar una loción hidratante para bebés.
Esperamos que te hayan sido útiles los consejos que te dejamos, aunque la primera vez resulte un poco complicado, estamos seguros de que lo harás muy bien 🙂