No importa la edad que tengas o si consumes muy poco o nada de alcohol. Según el American College of Gastroenterology, la esteatosis hepática o hígado graso no alcohólico afecta a nivel mundial a un 20% en personas adultas y un 5% a menores. Un porcentaje de los afectados puede padecer una afección más grave, que es: La cirrosis.
La cirrosis no solamente se da en las personas que consumen mucho alcohol. También se puede dar en personas que padecen de hígado graso no alcohólico.
La principal característica de esta enfermedad es una excesiva acumulación de grasa dentro del hígado. Esto puede producir una inflamación de las células hepáticas y diferentes grados de fibrosis hepática, lo que puede llevar a que el hígado sufra daños y que de forma gradual sea incapaz de funcionar adecuadamente.
Síntomas del hígado graso no alcohólico y/o esteatosis hepática no alcohólica
Esta enfermedad es considerada “silenciosa”, porque la mayoría de personas no presenta ningún síntoma al realizarse un examen normal y además, porque pueden pasar meses, años o décadas hasta que puedan presentarse problemas de salud más evidentes como la cirrosis o cáncer de hígado.
Algunos malestares que pueden aparecer incluyen: fatiga, cansancio, pesadez, dolor en el abdomen (en medio o en la parte superior derecha) e hinchazón abdominal.
Causas de la enfermedad por hígado graso no alcohólico
Entre las causas están:
- Sobrepeso
- Obesidad
- Resistencia a la insulina
- Tener un nivel elevado de glucemia (hiperglicemia) que indica prediabetes o diabetes tipo 2
- Elevación de los lípidos sanguíneos como el colesterol y los triglicéridos, además de hipertensión
¿Cómo se trata la enfermedad por hígado graso no alcohólico?
Las recomendaciones según el Colegio Americano de Gastroenterología son:
- Perder peso (si se tiene sobrepeso u obesidad)
- Tener una alimentación balanceada (Suprimir los azúcares simples, gaseosas y las grasas saturadas; aumentar los ácidos grasos omega 3)
- Mantenerse activo físicamente (realizar al menos una hora de ejercicio al día)
- Evitar consumir alcohol
- Evitar consumir medicamentos en la medida de lo posible
- Controlar la diabetes y tratar los niveles elevados de colesterol
- En caso de tener problemas de diabetes y/o resistencia a la insulina consulta con el médico sobre los sensibilizantes a la insulina y sobre el tratamiento adecuado que debes seguir.
- Mantener una buena hidratación.
En algunos pacientes, la fibrosis puede estabilizarse para que la afección no avance, ni dañe el hígado. Por eso es importante darse cuenta y hacer cambios en nuestro estilo de vida para mejorar nuestra salud.