En este mes de la mujer, desde AMI queremos aprovechar para visibilizar los principales problemas y desigualdades a las que se enfrentan las mujeres, niñas y adolescentes en el área de la salud.
La salud femenina abarca distintos aspectos relacionados con el bienestar físico, mental y social. Es muy importante tener en cuenta la igualdad de acceso a los servicios de atención médica y el trato adecuado a las circunstancias de las mujeres por parte de los profesionales de la salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) en su informe sobre salud de la mujer proporciona datos precisos sobre la salud femenina en todas sus etapas.
A lo largo de la historia, las mujeres han enfrentado obstáculos en el acceso a servicios de salud adecuados. Aunque, afortunadamente, en los últimos años se han producido avances significativos, todavía existen varios desafíos en los que debemos seguir trabajando:
- Un factor esencial que contribuye a las desigualdades en la salud de las mujeres es la falta de información y educación sobre la salud reproductiva y sexual. En muchos lugares del mundo, las mujeres no tienen acceso a información precisa y completa sobre la anticoncepción, el embarazo y las enfermedades de transmisión sexual. Esto puede llevar a embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual y complicaciones durante el parto.
- Otro aspecto que si bien ha mejorado en los últimos años, debemos seguir prestándole atención, es el de la investigación médica. A menudo, cuando se diseñan ensayos clínicos se piensa más en los hombres que en las mujeres y esto provoca que los tratamientos y medicamentos puedan adaptarse mejor y ser más efectivos para los hombres que para las mujeres. Además, la falta de datos sobre la salud de las mujeres puede dificultar la identificación de problemas de salud específicos para ellas y la existencia de programas de salud pública que aborden esas necesidades.
- La violencia de género es un problema muy grave que también afecta de forma desigual en la salud femenina. Las mujeres que experimentan violencia de género (física o psicológica) tienen un mayor riesgo de sufrir problemas de salud mental, como depresión y ansiedad, así como de enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión, obesidad y otras derivadas del estrés.
- Otro problema común en muchos países del mundo que afecta a la igualdad de género en el sector de la salud son las desigualdades socio-económicas. Las mujeres a menudo tienen menos acceso a la educación y a recursos económicos, lo que puede limitar su acceso a la atención médica y a los programas y las buenas prácticas en prevención de enfermedades.
Es importante que todos reconozcamos la importancia de seguir trabajando para suprimir estas desigualdades. Los gobiernos y las organizaciones internacionales deben enfocarse en la educación y la sensibilización. Así como en la asignación de recursos y la planificación de políticas para garantizar que las mujeres tengan acceso a atención médica de calidad, que se aborden las necesidades específicas de las mujeres en la investigación médica, que se tomen medidas para eliminar las desigualdades económicas y sociales y, por supuesto, la violencia de género.
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