Cuidar la salud de los niños y adolescentes es de vital importancia ya que es durante esta etapa de la vida cuando se establecen los patrones y hábitos que pueden afectar su salud a largo plazo.
En esta época de la vida es cuando nuestros pequeños más nos necesitan y los padres y cuidadores debemos prestar especial importancia al cuidado de su salud. La infancia y la adolescencia son momentos cruciales para el desarrollo físico, mental y social de las personas, por lo que debemos asegurarnos de que estamos inculcando a los más jóvenes hábitos saludables que les permitirán desarrollarse plenamente y alcanzar el bienestar físico, mental y social en las diferentes etapas de su vida.
La salud física
La salud física es fundamental en esta etapa de la vida. Un niño o adolescente que no recibe los cuidados adecuados en este ámbito puede sufrir problemas de crecimiento y desarrollo, enfermedades crónicas o infecciones que pueden dejar secuelas durante toda su vida. La nutrición, la actividad física y el sueño son aspectos clave de la salud física que deben ser monitoreados y fomentados desde temprana edad. Una dieta saludable y equilibrada, por ejemplo, puede ayudar a prevenir la obesidad, la diabetes, la hipertensión y otras enfermedades crónicas relacionadas con la nutrición. La actividad física regular también ayuda a prevenir estas enfermedades y además mejora la salud y el bienestar mental. Además, se ha demostrado que la falta de sueño puede afectar negativamente el rendimiento escolar y la salud en general.
Recuerda además que si acostumbras a tus hijos a seguir estos hábitos saludables, luego les resultará mucho más fácil mantenerlos durante el resto de sus vidas

La salud mental
La salud mental también es un aspecto fundamental para los niños y adolescentes ya que en estas etapas pueden aparecer trastornos como la ansiedad y la depresión. Además, las experiencias traumáticas durante esta etapa de la vida pueden tener un impacto significativo en la salud mental a largo plazo. Es importante prestar atención al estado de ánimo y el bienestar mental de nuestros menores para poder detectar y tratar cualquier problema lo antes posible. Los padres, tutores y profesionales de la salud deben estar atentos a los síntomas y signos de problemas de salud mental, como el aislamiento social, la tristeza persistente o los cambios de humor repentinos.
La salud social
Las relaciones sociales son importantes porque permiten el desarrollo emocional y la formación de la identidad. Los niños y adolescentes que se sienten queridos y tienen relaciones saludables con personas de su edad (amigos, hermanos, primos…) y con adultos importantes en sus vidas (padres, abuelos, tíos, maestros…) , tienen una mayor probabilidad de ser emocionalmente estables durante el resto de sus vidas y de tener una mayor autoestima. Además, el desarrollo de habilidades sociales es importante para adaptarse exitosamente a diferentes entornos y situaciones que se producirán durante la vida adulta.
Cuidar la salud de los niños y adolescentes también tiene un impacto positivo en la sociedad. Los niños y adolescentes que crecen sanos se convertirán en adultos productivos y felices, lo que a su vez contribuye al bienestar social y económico de la comunidad en la que viven.
Pensar en el futuro de los niños y adolescentes es mantenerlos sanos y protegidos. Por eso en AMI te ofrecemos nuestro plan ORO, especialmente pensado para que tus hijos estén siempre protegidos ante cualquier problema de salud y puedan crecer sanos, fuertes y felices.

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