La pandemia ha marcado un hito en la vida de todos, sin importar el país o la región, nos hemos visto en la obligación de adaptarnos al teletrabajo, a las restricciones, a las medidas sanitarias, etc. Muchas cosas ya no volverán a ser las mismas, entre ellas el trabajo. La COVID-19 ha cambiado las prioridades a largo plazo de la gestión del talento en las empresas y la salud en el trabajo se ha convertido en una prioridad.
Salud en el trabajo en la nueva normalidad

Según el estudio “Skills Revolution Reboot”, de ManpowerGroup, las empresas ahora son más conscientes de que preservar la salud y el bienestar de los empleados es crítico para su función. De hecho, un 63% lo coloca como máxima prioridad para el 2021. Ahora no solo se trata de crear un ambiente saludable en el trabajo, se trata de:
- Prevenir enfermedades que puedan afectar al empleado y toda la comunidad
- Lidiar con el agotamiento por estrés y ansiedad
- Cuidar la integración física para evitar accidentes laborales
- Proteger a todos, empleados, clientes, proveedores y todos los que se encuentren en las instalaciones
Incluso con vacunas, no podemos bajar la guardia
Muchos sectores se reactivaron y volvieron a sus actividades laborales y desde que empezó el proceso de vacunación hay cierta relajación en la población. Como consecuencia existe un incremento en la velocidad de los contagios en varios países del mundo. El subdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Jarbas Barbosa, mencionó, por ejemplo, lo que está viviendo Francia en la actualidad, donde volvió el confinamiento para reducir la velocidad de contagio.
Incluso con la llegada de las primeras vacunas es necesario seguir manteniendo las medidas de bioseguridad para evitar contagios y decesos en las personas más vulnerables. Por lo que es muy importante cuidar y proteger la salud en el trabajo y fuera en todo momento.
¿Cómo proteger la salud de tus empleados?
La clave está en la planificación de forma estructurada y previendo diferentes escenarios. Dicha planificación debe:
- Identificar todas las áreas y tareas que tienen potencial de exposición a la Covid-19 en la empresa.
- Incluir medidas de control para eliminar o reducir dicha exposición.
- Contemplar factores como la posibilidad de mantener el distanciamiento social en el lugar de trabajo.
- Promover tareas de forma remota (teletrabajo).
- Tener en cuenta la proporción de empleados con mayor riesgo de enfermarse gravemente.
- Tomar en cuenta la situación de los empleados (si viven en un espacio de alojamiento compartido, considerar el nivel de transmisión del COVID-19 en sus comunidades).
- Mantener medidas sanitarias en las operaciones comerciales.
- Incluir un capítulo que tome en cuenta la salud mental y propiciar un entorno de trabajo saludable.
- Considerar la contratación de servicio de asistencia médica para la empresa.
Lee con más detenimiento cada uno de estos puntos en esta «Guía para empresas y empleadores en su respuesta a la COVID-19» desarrollada por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CCD).
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